Juventud y los Grupos de Pares.

El desarrollo que presentan las sociedades modernas, cada vez con más fuerza,   ha obligado a que los individuos encuentren en el grupo social este papel de medición con la sociedad, en lo que respecta a la asimilación de   las normas y los usos sociales.
El grupo humano se convierte en así en un espacio en el cual el particular se apropia de la docilidad, lo que contribuye en gran medida a la formación de la vida cotidiana de los sujetos sociales.
Es así que la inserción de jóvenes adolescentes en los diversos grupos de pares, la interacción con compañeros en las mismas condiciones generacionales , educativas, clasistas y/o culturales, contribuye a que su desarrollo personal se enfoque hacia determinadas características con respecto a su persona, a la idea sobre sí y a la manera en que interpreta la realidad que le rodea.
En cualquier periodo de la vida del hombre la constitución de grupos humanos puede basarse en diferentes orígenes. Por un lado, los objetivos del grupo pueden ser menos fuerte.

En ese sentido, el lenguaje común es significativo por sí mismo: el termino de´ miembros´ aplicado de modo espontáneo a los individuos que componen un grupo recuerda la imagen de un ´cuerpo´del cual serían partes a la vez independientes y móviles; recuerda asimismo, lo que esas personas diferentes pueden tener en común y hacer juntas.
Es precisamente por lo anterior, por lo que dentro de toda sociedad los adolescentes buscan formar parte de grupos en los que se encuentran a otros jóvenes con los que puedan compartir expectativas, vivencias y gustos; y en muchos casos estos grupos juveniles se convierten en verdaderas instancias de autodefensa y rebeldía ante las normas y valores impulsados por el mundo adulto.
Pocas veces el joven se identifica con sus padres; por lo contrario, se rebela contra el dominio, el sistema de valores y la intrusión de éstos en su vida privada, ya que necesita separar su identidad de la de ellos.
De igual forma, los grupos de pares durante la adolescencia suelen ser variados y como se adelantara más arriba, pueden estar formados a partir de diferentes objetivos. Tal variedad puede dividirse en diferentes tipos – ideales de grupos juveniles, aún que la fronteras entre ellos son altamente móviles y entre un tipo y otro pueden existir varios grupos intermedios así mismo, el paso de tipo a otro en la mayoría de los casos se presenta más por deslizamiento, que por una ruptura definitiva.

Así existen los llamados grupos de base institucional, como los grupos escolares, deportivos, religiosos, etc; estos existen en la medida en que una institución social propicia la interacción entre los jóvenes.  
Grupos espontáneos comúnmente identificados como “ camarilla “ en los que aglutinan de cuatro a nueve compañeros unidos por el interés de una amistad compartida.
Grupo meramente informales o cuasi-grupos, que se conforman por una amalgama de jóvenes con ligeras interacciones entre ellos.
Las bancas grupo que reúnen a más de 10 adolescentes y que establecen códigos y rituales que los identifica al interior y los diferencia al exterior.
De esta forma, los jóvenes se encuentran en el grupo de pares un elemento que contribuye a enfrentar el mundo adulto y cuestionarlo o aceptarlo. Las implicaciones de ello pueden ser muy variados en la vida inmediata de los jóvenes adolescentes, pero en la mayoría   de los casos coadyuvan en los difíciles procesos de socialización que les son exigidos por parte de la sociedad moderna.

De la misma forma,muchos grupos juveniles llegan a estructurarse como un espacio   de esparcimiento   y socialización que se erige de manera paralela a las instituciones sociales con   la familia, la escuela o la iglesia; y aunque dificilmente llegan a sustituirlas, dentro del grupo el joven establece una forma de ser, una forma de ser, una forma de relacionarse y una visión propia de la realidad.